jueves, 12 de noviembre de 2009

Todos juntos a hacer historia




Empezó como una idea, un simple proyecto. Algunos se conocieron en el colegio, alla por las epocas donde se intercambiaban figuritas en los recreos. A otros los fue uniendo la vida, sea en las sinteticas canchas de Marangoni o en la casa de algún amigo en común. El delia los juntó en la misma bolsa, algo así como la mezcladora que se necesita para que el hielo, el azucar, la pulpa de durazno y el ron dejen de ser elementos separados y formen un daiquiri. En los pasillos de la escuela presidida por Mein Fuhrer Norma Gianna, casi sin saberlo, se comenzaba a gestar el mito...


Al principio volaron mails con ideas: "podemos llamarnos Estados Unidos, por esto de que se juntan Economia y Sociales", dijo uno. "¿Qué camiseta vamos a usar?, una del ascenso inspiraría más respeto en los rivales", deliró otro. Una vez aceptada la idea de construir el equipo -y aceptados por la organización del torneo de la Providencia-, la imaginación de los jugadores empezó a viajar por caminos de posibilidades infinitas.


Quienes habían compartido desde charlas en el patio del delia hasta cervezas en el puente de Coyote, tomaban la posta de darle forma a un equipo que pudiese plasmar en el verde césped tanto la buena onda que reinaba entre todos como las capacidades futbolisticas que desparramaban. De esta manera, de la siempre inspirada mente de Marcelo Mantovani cuando de creatividad se habla, surgió el nombre que hoy todos coreamos en las canciones y que muchos ya planean tatuarse: Cerro Paceño. Se fusionaba la férrea forma de jugar del equipo paraguayo con el lugar de origen del equipo argentino. Mix perfecto.


Se eligió el logo -cortesía del técnico superior en publicidad Agustín Diorio- y se mandaron a confeccionar las casacas a imagen y semejanza de uno de los equipos cuyo juego más representaba las aspiraciones de los paceños: ¿Barcelona? no, Gimnasia y Esgrima de Entre Rios.


Y así fue como comenzó el camino del Cerro por el Torneo de la Providencia. El resto es historia conocida. Los paceños pisaron fuerte en la D y la ganaron luego de una emocionante final contra Antifulbo. El primer partido de la C los volvió a enfrentar contra el equipo verde y blanco, al que volvieron a vencer en un partido calcado a aquella final. Si aquel fue 1-0 con penal a Meroni que convirtió el Mauro Michi, este fue 1-0 con penal a Meroni que convirtió Dario Michi. Cuestión de genes, dicen...


Hoy, a 3 dias de la segunda final en este 2009 para el Cerro Paceño, esta vez frente a los viejos conocidos de Amigos de Piraña, el equipo sigue con la misma ilusión y hambre de aquel día en el cual se gestó la idea. Quien sabe que pensamientos cruzarán por la cabeza de los jugadores una vez que salgan a la cancha: algunos recordarán las memorables clases de Liliana Carballo, pionera de la serie Lost, que hoy fanatiza a más de un jugador titular; otros recordarán el día de las lechuzas o los examenes de Garat, con sus famosas "5 preguntas que empiecen con Por qué acerca de..."


Pero para ninguno será un día más. Porque el sábado es el día en el cual esa simple idea puede convertirse en algo grande. El día en el que 14 amigos dejarán -sin dudas- de ser "los chicos de sociales y de economia" para pasar a ser "los chicos del Cerro". Sin materias, sin profesores y con una misma bandera en el corazón.


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