lunes, 25 de octubre de 2010

No le den por Muerto

Cuando la historia parecía ya estar escrita. Cuando todos los caminos conducían a lo inevitable. Cuando se hacía todo y no se conseguía nada. Cuando todos los rivales lo daban por muerto… La mística paceña vuelve a hacerse presente en suelos providencianos, demostrando que está vivo, que en las difíciles es cuando más se agranda, y que tiene un grupo de enorme calidad que va a dar pelea hasta final. Hoy le toca estar peleando el descenso, y lo va a hacer con todo el orgullo y la garra de siempre. Porque es en las malas donde se ven los verdaderos equipos.


Si lugar a dudas, la tremenda vuelta de Lucas Bernia al primer equipo fue crucial para que los paceños, golpeados anímicamente, puedan obtener su primer triunfo. La gran combinación de despliegue y entrega del incansable Mantovani, y la habilidad del hincha del trueno fueron las armas con las que el cerro pudo, de una vez por todas, sumar de a 3.

Por otro lado, también es cierto que de a poco, el cerro se va acostumbrando a la máxima categoría; Varios partidos mereció ganar, hizo las cosas muy bien, con entrega, juego y temperamento, pero los resultados no se dieron, se perdieron partidos en los detalles.

De cara a las 2 semanas de inactividad que el fixture le depara, el cerro se va a las duchas con 2 triunfos consecutivos. Ante Bolivia el fin de semana pasado, y una verdadera final ante Futbol Amistad el sábado al mediodía.



La historia contra los bolivianos fue realmente curiosa. Se acercaba la hora del partido y el futuro “Heroe de la tarde” anunciaba su ausencia por problemas personales. Pero el Dios del cerro es así (es el único que sí sabemos que existe), te guiña el ojo cuando menos lo esperás, y Bernia apareció en la cancha 5 para entrar en el segundo tiempo, como apareció Moisés para guiar a su pueblo.

2 goles de la pulga para abrir un partido complicado, que se complicó más aún con el descuento de Bolivia, a varios siglos del final. Una guapeada de Diorio ganándole en la altura al arquero y definiendo (con suspenso) con el arco vacío le dio tranquilidad a los de celeste y blanco. Pero no tardaría en llegar el nuevo descuento boliviano. 3 a 2 y a sufrir. Una vez finalizado el encuentro, la totalidad del plantel reconoció haber imaginado un empate inminente, guiados por la pésima racha anterior. Pero nada de eso pasó, el árbitro pitó el final, y el desahogo paceño se escuchó, según testigos, hasta en el camino del buen aire.

Ya con menos peso en la mochila, el cerro preparabase para jugar la supervivencia contra el “clásico? Fútbol Amistad; el victorioso levantaría la cabeza, el derrotado quedaría muy complicado. Las condiciones estaban claras. Los 2 equipos se jugaban todo. No se iba a escatimar ni en fricción ni en guapeza. Los condimentos estaban todos.

Y el partido del cerro fue perfecto. En todas sus líneas, todos sus jugadores. Con un Fatiga en el arco que cada vez parece más grande y da más confianza, con la recuperación de un jugador fundamental como “el vikingo” Irigoin, que forma una dupla central con “el mariscal” Masera que promete sometimiento al rival, con la fuerza de siempre del Canelón y un partido impecable de Baya a partir de la concentración y la entrega.

En el medio la vuelta del equilibrio. Piñeiro y Caironi se complementan realmente bien, en un doble 5 con características opuestas y resultados sumados. Más hacia la banda encontramos a los Michi´s, dando la compensación táctica, y en el segundo tiempo otra de las vueltas: Sí… Sebastián Shuckman señores, rescatado y puesto a jugar directamente desde las selvas de la India.

Y arriba el postre. El tanque Caironi que se sacó la Mufa y convirtió un golaso para sellar la victoria, y “el picante” Diorio, cada ves más picante. Figura excluyente del encuentro, abriendo el marcador con gran definición y encontrando el equilibrio entre el sacrificio y la tácnica, para sacar diferencias contra una defensa férrea.

La otra clave del partido, sin lugar a dudas, fueron los cambios: el aire, las piernas y el juego que llegó desde el banco fueron determinantes en el resultado. “Se cayó como una foca” Víscoli descompaginó el plan defensivo rival corriéndose todo al inicio del segundo tiempo. Y “la ladilla” Bernia, desplegando su técnica para marcar y jugar, convirtió un gran gol demostrando su gran momento. Lo que parecía una desorganización inicial terminó funcionando de maravillas: el 4-4-1-1 con el que se jugó la mayor parte del segundo tiempo hizo funcionar al equipo como un bloque, tanto para defender, como para tocar la bola de mitad de cancha hacia adelante.

Felicitaciones paceños , por los triunfos y por las ganas de conseguirlos. Manteniendo la firmeza y las ideas a pesar de los malos resultados anteriores… Acaba de arrancar la segunda mitad del campeonato y hay que dar batalla hasta el final. 2 semanas de buena preparación física serán calves para la vuelta a la competencia, el 6 de noviembre contra Brigada Cola, otro partido de carácter fundamental para las aspiraciones paceñas.



La nota: Marcelo Mantovani no pudo ocupar su lugar entre los 11 por problemas personales. Trascendidos sugieren que se trató de una diarrea escandalosa, procedida por hemorroides, causada por haberse comido un sanguche de mandioca y faso. Sea verdad o no, el plantel se pone a disposición del volante, ya sea para conversar como para prepararle un arrocito. Volvé negro!!! Gritaban los alcanza-pelotas.



Informó: Vicente Jofré

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