El primer sábado del último mes del año, Cerro Paceño dio una muestra de valentía y coraje pero por sobre todas las cosas de ganas de quedarse en la máxima de las categorías. Se enfrentó ni más ni menos que contra La Solidaria, un equipo de historia en la providencia, y que si bien no está pasando su mejor momento, no deja de ser un equipo completo, de jugadores con experiencia, que meten pero que también les gusta hacer rodar la bocha por el suelo.
Fue el clásico partido no apto para cardíacos: los de Gremio se pusieron al frente temprano, a los 10 minutos una pelota que no pudo ser despejada desde abajo, terminó en un mano a mano que Ignacio Pocielo supo capitalizar frente a un Fatiga que pareció quedarse estacado abajo de los tres palos (de todas maneras, no hay reproches al Nº 1, que se calzó los guantes en más de un momento decisivo para la historia del club). Había tiempo, no se podía perder la calma y el Cerro supo entender bien este concepto. Más tarde, "El Palomo" consiguió el empate en el momento justo como para seguir dando pelea: cambió un tiro libre en la puerta y en el centro del área por un terrible golazo al ángulo izquierdo de un arquero que a pesar de que hizo su máximo esfuerzo para sacarla, la tuvo que buscar en el fondo de la red.
Terminado en primer tiempo, la cosa seguía empatada. Ambos equipos sabían que el resultado hasta el momento era justo, pero que tenían que salir a buscar el partido en los últimos 40 minutos si querían alejarse del peligro del fondo de la tabla.
Ya en el complemento, los de blanco y celeste salieron con varios cambios en todas las líneas pero el partido seguía igualado en 1. Pasado los veinte, volvió a ingresar el flaquito Diorio y así como entró agarró una pelota de "ladilla" Bernia, se la puso de tres dedos a la foca, que se bancó a los dos centrales y en un confuso pase le quedó para definir mano a mano al que inició la jugada. "te juro que ni se como definí", más tarde confesaría el autor (siendo uno de los que menos minutos tiene adentro, la “Ladilla” convirtió 4 goles en todo el torneo y es el goleador de los paceños). Poco duró la alegría, ya que el mismo Solidario que había marcado el primero, se encontró con una pelota picando en la puerta del área y le metió un lindo derechazo que se escondió con mucho efecto en el costado de la red. Quedaban 10 y ninguno quería quedarse con un solo punto, eran los tres o nada. Los choques y patadas que hubo durante todo el partido, comenzaron a hacerse cada vez más fuertes y cada pelota detenida valía oro. Y vaya si lo entendió así el equipo oriundo de José C. Paz: Tras un remate desviado de “El Mierda”, le quedó un tiro de esquina desde la izquierda al flaquito. Otra vez, como en aquel anteúltimo partido de la C contra Rolito, con el partido igualado en 2, el cerro tenía la chance de dar la puntada final para conseguir algo grande: en esa oportunidad, jugar una final que terminó dejando al cerro como el bicampeón del ’09, ahora alejarse casi definitivamente del temido descenso. Ésta vez, el héroe fue “el ladri” Masera, que nunca perdió la fe al centro y se metió como un terremoto en el área chica para empujarla a la red. Finalmente, quedarían tan sólo dos minutos para impedir cualquier ataque solidario, y en cuánto se escuchó el pitazo final, fue todo alegría.
El Cerro tiene mística pero también le sobran los huevos. El próximo domingo jugará el último partido de la temporada, contra un equipo que peleó arriba durante todo el torneo y seguramente quiera despedirse con una victoria. Pero en frente tendrá a once muchachos que dejarán todo para asegurarse la permanencia en primera que tanto le costó conseguir.
