domingo, 7 de junio de 2009
Que quede en familia
Con un equipo completamente diezmado, y dando un increible muestra de carácter, el Cerro Paceño venció a Elvira por 2-1 y le arrebató la punta de la complicada D. Ambos goles fueron marcados de penal por Darío Michi, una de las figuras del partido y hermano del conductor del equipo, que jugó de volante central ante la llamativa ausencia de Valentín Caironi.
Que Elvira era el rival a vencer se sabía desde hacía un tiempo. Lo que no se pudo preveer fue la situación en la que los paceños llegarian a ese cotejo. A las ya sabidas ausencias de Mauro Michi, Marcos Piñeiro y Lucas Bernia, se sumaron las bajas de Lucas Grauberger, patrón de la defensa, y de Caironi. Es por esto que el Cerro debió recurrir a jugadores de la 4ta que estaban entrenando en el predio que posee el club en Jose C. Paz.
El equipo salió dormido. Rápidamente en una jugada confusa Elvira se adelantó en el marcador tras un centro cruzado, que confundió al debutante arquero Eugenio Buscaglia. Sin embargo los paceños no se desmoralizaron y salieron con todo a buscar el empate. Casi inmediatamente llegó un pase en cortada para Meroni, quien punteó la pelota y fue embestido por el arquero elvirense. El juvenil Darío Michi, demostrando que no le pesó la camiseta por debutar en un partido tan importante, pidió la pelota y cambió penal por gol.
El empate le cayó mejor al Cerro que a su rival. Ambos equipos se prestaron la pelota durante un rato pero ninguno fue muy profundo. Y así se fueron al descanso.
En el segundo tiempo Elvira salió con más actitud, decidido a llevarse a los del oeste por delante. Sin embargo los paceños se cerraron bien en defensa, gracias a la voz de mando del Mariscal Gordo, Juani Irigoin, y propusieron salida con los laterales. Con mas corazón que ideas el Cerro comenzó a atacar viendo que lo que parecía impensado, era posible. Cerca de la mitad de la segunda etapa un centro cayó al area de Elvira, el arquero no pudo contener y Meroni cabeceó al arco. La pelota hubiese entrado si no fuera porque el numero 23 de los ex punteros metió su brazó e impidió el gol. Nuevamente el arbitro sancionó la pena máxima, aunque no expulsó al jugador de Elvira, una actitud que fue reprochada por todo el equipo y que todavía no se entiende.
Nuevamente Darío Michi anotó con un fuerte remate cruzado y el Cerro se puso arriba. Luego de eso el equipo de Caruso y cia. fue todo corazón. Por momentos fue emocionante la entrega. Masera sacaba todo, Diorio y Caruso corrían hasta el cansancio y Guido Caironi era una garantía de seguridad arriba. En el momento de mayor asedio de Elvira el árbitro marcó el final y desató la euforia paceña.
El Cerro ganó un partido importantisimo y alcanzó la punta en soledad por primera vez en el campeonato. De la mano de una carácter granítico y una fe ciega los paceños dieron el batacazo para ya no tener que depender de ningún resultado ajeno de cara al ascenso y al torneo. El Cerro tomó su futuro con sus propias manos. Con garra y fútbol. La receta de siempre.
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